domingo, 27 de enero de 2013

Muffins de mermelada de naranja y almendras

Menuda semanita más completa… hemos tenido viento, lluvia, más viento y más lluvia, así que sí, esta primera semana motera ha sido un poco más complicada de lo deseado…, vamos, que no puedo decir que me haya aburrido J. Luego le sumamos las clases, las prácticas de nutrición, las locuras varias del despacho, la primera revisión de mi coche, la primera revisión de la moto de mi media naranja, pasar la ITV de la mía (cuestiones del kit de limitación…)… y demás cuestiones domésticas, y tenemos una semana totalmente gloriosa. Pero lo mejor llegó el viernes por la noche cuando mi pobre nevera (que sí, ya tiene una edad…) empezó a pitar de un modo un tanto sospechoso… hasta que finalmente decidió que era el momento de dejarnos: ¡Pánico!
La buena noticia es que solo se murió el motor de la nevera propiamente, pero el del congelador sigue vivito y coleando (y menos mal, porque en el congelador no cabe un alfiler), la mala es que de todos modos me he tenido que comprar una nueva, ya que la reparación del motor no me salía a cuenta. Por suerte, al menos ayer por la mañana salió un solete estupendo con el que apetecía ir a dar una vuelta, así que me puse mi mejor sonrisa y nos lanzamos a por el último (pero no menor) gasto de la semana J. Y sí, ya tengo nevera nueva!!!! Qué rapidez, ¿verdad? Mañana lunes la tendré instalada en mi cocina, así que ha sido menos dramático de lo que parecía.  
Pero ya que estoy hablando de mi cocina, y como tenía que gastar algunas cosillas que andaban por la nevera (cualquier excusa es buena), me he puesto el delantal y he preparado unos fantásticos muffins de mermelada de naranja y almendras J que seguro que os encantarán. Me pirra ver cómo van subiendo en el horno mientras se va impregnando la casa de un fabuloso olor a naranja… ummmm, riquísimas. Aquí os dejo la receta:
Muffins de mermelada de naranja y almendras (receta de The Australian Women’s Weekly)



Ingredientes
300 gr harina normal
13,3 gr impulsor (baking powder)
125 gr mantequilla cortada a trocitos
80 gr almendra fileteada o en trocitos
150 gr azúcar
1 cucharada (tbsp) ralladura de piel de naranja
125 gr mermelada de naranja
2 huevos L, ligeramente batidos
125 gr leche (en mi caso, semidesnatada)
20 gr almendra en trocitos o fileteada extra para decorar
Elaboración
Es una receta realmente rápida, así que lo primero que vamos a hacer es precalentar nuestro horno a 200°C y engrasar un molde de muffins (de 12 agujeros).
En un bol mezclamos la harina con los trocitos de mantequilla (yo lo hago con un tenedor, como cuando preparo la masa de los scones) hasta que queden como migas. Añadimos los trocitos de almendra, el azúcar y volvemos a mezclar. Una vez integrados, añadimos la mermelada, los huevos ligeramente batidos y la leche y lo mezclamos todo bien.
Vamos rellenando los huecos de nuestro molde y le ponemos por encima unos trocitos más de almendra para decorar.
Ya solo nos queda meterlas en el horno durante unos 20 minutos aproximadamente. Ahora ya solo nos queda desmoldarlas y dejarlas reposar sobre una rejilla hasta que se templen o hasta que estén totalmente frías (dependiendo de tu fuerza de voluntad!) En solo 30 minutos tendrás listos unos espectaculares muffins que le levantarán el ánimo a cualquiera. Este es el resultado:





Et c’est tout! Os animáis? De mi cocina han volado J!
Ah, antes de que me olvide! Eso de preparar listas con cosas que quieres hacer para el año próximo no va conmigo, pero sí es cierto que llevaba algún tiempo pensando en subir alguna de las recetas también en inglés, más que nada para facilitar las cosas a las visitas que llegan de cualquier otro punto del mundo, así que aquí os dejo la primera!
Marmalade almond muffins (recipe in English)
Ingredients
300g flour
13,3g baking powder
125g butter, chopped
80g flaked almonds
150g caster sugar
1 tbsp grated orange rind
125g orange mamalade
2 eggs (L), lightly beaten
125g milk, in my case, semi-skimmed
20g flaked almonds, extra
Method
First of all, preheat your oven at 200°C (moderately hot) and grease a 12 hole (80ml capacity) muffin tray.
Stir flour into large bowl, rub in butter. Stir in nuts, sugar and rind. Then add marmalade, eggs and milk.
Finally, spoon mixture into prepared tray and sprinkle with extra nuts. Bake in moderately hot oven (200°C) about 20 minutes.

domingo, 20 de enero de 2013

Bake the World: Lavash Crackers


¡Y sigue lloviendo! 

Cuando ayer abrió el ojo amenazaba, pero a media mañana ya se lanzó el temporal y ahí que sigue… y mi nevera vacía, porque como ya os podéis imaginar, con este tiempo quién podía tener ganas ayer de salir a comprar!
Por otro lado, lo muy positivo de estos días grises, lluviosos y fríos es que se está de muerte en casa, bien tapadita con una manta y con un tazón de té bien caliente alegrándote el alma, y si eso lo aderezamos con una buena compañía… un día perfecto!
Siento haber tardado tanto en volver a dar señales de vida, pero han sido unas semanas un poco… atareadas, por decirlo finamente. Lo positivo, en cualquier caso, es que ya me he quitado de encima uno de los parciales del curso de nutrición, me ha dado tiempo de entregar un par de trabajos y sí, además, finalmente justo después de Reyes, me saqué el carnet de moto! Y claro, una vez aprobado el examen solo había una cosa más que hacer J! Así que sí, ya somos un miembro más en la familia. No os voy a aburrir con modelos ni marcas, don´t panic, tan solo os diré que mi nueva compañera es realmente gloriosa J!
Pero volvamos a la cocina. Nuevamente creía que no me iba a dar tiempo a llegar al reto de este mes de Bake the World, pero, por suerte, al final me he animado a encender el horno y he logrado hacer mi entrega on time. Este mes el reto ha sido un pan realmente versátil e interesante como aperitivo. Se trata de una receta muy fácil de preparar y que da como resultado un pan crujiente, ideal para acompañar unos tacos de queso, unas aceitunas y una copa de vino. El lavash es un pan armenio que también encontramos en Irán y en prácticamente todo el Oriente Próximo, con algunas variaciones. También se parece mucho a otros panes del norte de África. Es similar a los manloush o manaeesh (Líbano), barbari (Irán), aiysh (Egipto), kesret o mella (Túnez)… Según nos cuenta Richard Reinhart en su fantástico libro El aprendiz de panadero, la principal diferencia entre todos ellos es el grosor de la masa y el tipo de horno en el que se cuecen. En el caso del lavash  el secreto para que quede bien crujiente es conseguir dejarlo tan fino como una hoja de papel. Luego, si queremos que los trozos nos queden más o menos uniformes, tan solo tendremos que cortar la masa antes de hornearla, pero también nos pueden quedar trozos irregulares muy vistosos partiendo el pan una vez horneado. Es cuestión de gustos! Si, en cambio, preferimos utilizar el lavash en versión bocadillo, enrollándolo, tan solo hemos de dejar la masa más gruesa y menos hecha, sin cortarla, de manera que mantenga su consistencia, pero sin llegar a romperse. Cuando vayamos a enrollar el lavash tan solo tendremos que humedecerlo un poco con agua y se ablandará en 3-5 minutos volviéndose una masa maleable. Aquí os dejo la receta:
Lavash crackers


Ingredientes (para una hoja del tamaño de una bandeja. Receta del libro El aprendiz de panadero)
190 gr harina panificable
4 gr sal marina
1,5 gr levadura seca instantánea (active dried yeast)
22 gr miel suave
14 gr aceite de oliva virgen extra
90-120 gr agua, a temperatura ambiente  (en mi caso 110 gr)
Para decorar
Semillas de lino, de amapola, de sésamo, pimentón picante, sal gordita, granos de anís.
Elaboración:
En un bol mezclamos la harina, la sal, la levadura, la miel, el aceite y el agua que haga falta para ligar todos los ingredientes, en mi caso unos 110 gr (aprox.). Cuando todos los ingredientes estén bien integrados ya podemos pasar nuestra masa a la superficie de trabajo sin enharinar. La trabajamos unos 10 minutos hasta que nos quede una masa fina, lisa y elástica, nada pegajosa. En este punto le daremos forma de bola y la dejaremos fermentar en un bol ligeramente engrasado, tapada con un plástico y un trapo durante unos 90 minutos, o hasta que doble su volumen.
Cuando la masa ya esté lista tan solo nos queda pasarla a nuestra superficie de trabajo, que habremos pulverizado ligeramente con aceite. La presionamos con los dedos para darle forma cuadrada y la espolvoreamos ligeramente con harina. Con la ayuda de nuestro rodillo la vamos estirando hasta hacerla bien fina. Cuando ya la tengamos del grosor adecuado la tapamos con un trapo y la dejamos reposar unos cinco minutos.
Aprovechamos para ir precalentando el horno a 175°C.
Cogemos una bandeja de horno y la forramos con papel de hornear. Con mucho cuidado pasamos nuestra masa a la bandeja, cortando lo que sobre, y la pulverizamos con un poco de agua. Ya podemos decorarla como más nos guste. En mi caso le puse semillas de lino, de sésamo, de amapola, anís en grano y pimentón picante. Por encima le puse una pizca de sal gorda y al horno! Puedes cortar la masa antes de meterla en el  horno, si quieres tener trozos uniformes, o directamente romper la masa una vez ya esté horneada, a tu elección.
Una vez en el horno tan solo deberás esperar unos 15 minutos aproximadamente. Si tu masa es muy fina la tendrás lista un pelín antes. Cuando esté cocida ya podemos retirarla del horno y dejarla enfriar. Una vez fría, y si no la habías cortado antes, es el momento de romperla en trozos y de ponerla en la mesa. Ya verás cómo desaparece! Aquí os dejo el resultado:




Et c’est tout! Ya veréis cómo os encanta!
Enviada a YeastSpotting

domingo, 6 de enero de 2013

Y para acabar… Roscón de Reyes relleno de mazapán!

Ayer por la noche caí desplomada en la cama… más que dormirme creo que me morí, momentáneamente claro, porque por suerte esta mañana he vuelto a abrir el ojo J! Ha sido una semana intensa, de mucho trabajo y poco tiempo libre, así que ayer cogí a mi media naranja y le pedí un largo paseo por Barcelona para aprovechar el maravilloso solete que despuntaba ya de bien temprano. Tomamos un fantástico café en un rinconcito de la ciudad y luego nos acercamos al mercado de las Corts a por la fruta escarchada para el tradicional Roscón de Reyes que me tocaba preparar por la tarde, es lo que tiene esto de ser la cocinillas de la familia… que te “caen” todos los postres de todas las celebraciones habidas y por haber J!
Una vez bien definida mi “tarea” andarse con remilgos no tenía mucho sentido, más si tenemos en cuenta la ingente cantidad de polvorones, mantecados y demás dulces que se ha zampado mi familia estas Navidades, así que, ¿¿qué mejor para despedir las fiestas que un buen Roscón de Reyes… relleno de mazapán??  En casa siempre habíamos comprado los roscones hasta que el año pasado me iluminé y decidí probar suerte. La verdad es que quedó la mar de esponjoso y suave así que este año tenía claro que volvía a repetir receta. La única variación que he hecho con respecto a la receta original es que le he puesto la mitad de la levadura fresca que indicaba y he dejado la masa fermentando durante toda la noche bien tapadita en la despensa para que fuese subiendo muy poquito a poco, de manera que por la mañana tan solo queda decorarlo y meterlo en el horno… ummmmm, delicioso y realmente fácil! Aquí os dejo la receta:
Roscón de Reyes relleno de mazapán (para dos Roscones pequeños)



Ingredientes
Para la esponja:

90 gr harina de fuerza
60 gr agua
12 gr levadura fresca
Elaboración de la esponja:
Cogemos todos los ingredientes y los mezclamos. Amasamos un poco y hacemos una bola. La cubrimos con un plástico y un trapo y la dejamos hasta que haya doblado su volumen.
Para la masa:

230 gr harina de fuerza
30 gr mantequilla fría
60 gr azúcar
60 gr huevo
25 gr agua (yo le añadí un poco más ya que mi harina tenía bastante fuerza)
3 gr sal
Un chorrito de ron
Para el mazapán:
200 gr azúcar
200 gr almendra en polvo
1 clara de huevo
Para decorar:
Fruta escarchada
Azúcar perlado
Almendra fileteada o en trozos
Elaboración:
Mezclamos todos los ingredientes, excepto la mantequilla, y le añadimos la esponja que habremos cortado en trozos. Lo amasamos todo junto hasta que empiece a tomar forma. En este punto será el momento de añadir la mantequilla fría en dados. Al principio nuestra masa se tornará bastante pastosa por la mantequilla, pero en solo unos minutos de amasado, la mantequilla quedará integrada y nuestra masa se irá haciendo cada vez más elástica y fina. Cuando nuestra masa ya esté lista la taparemos con un plástico y un trapo y la reservaremos.
Es hora de preparar nuestro mazapán. Tan solo tendremos que mezclar en un bol el azúcar con la almendra en polvo y la clara de huevo. Cuando se nos haga una pasta homogénea (ni muy blanda ni demasiado dura) la dejaremos reposar un rato.
Ya podemos volver a coger nuestra masa para formar un Roscón grande, o, en mi caso, dos Roscones más pequeños. Para hacerlo tan solo tendremos que dividir la masa en dos. Taparemos una de las mitades para que no se nos seque y estiraremos la otra con nuestro rodillo intentando darle forma de rectángulo. Cuando ya esté finamente estirada cogeremos la mitad del mazapán y le daremos forma cilíndrica de la misma longitud que nuestra masa. Lo ponemos sobre la masa en un extremo, esconderemos dos figuritas, una haba y un rey, y lo empezaremos a enrollar. Cuando ya esté totalmente enrollada la dejaremos reposar unos minutos bien tapadita, el tiempo que tardemos en repetir la misma operación con la otra mitad de masa y de mazapán. Llegado este punto cogeremos la primera masa, la estiraremos un poco más y le daremos forma circular. Esconderemos una de las puntas dentro de la punta opuesta para que no se note en exceso la junta de nuestro Roscón. Repetimos la operación con la otra porción de masa.
Cuando los tenemos ya formados es el momento de pintar nuestros roscones con huevo batido y de cubrirlos con un plástico y un trapo para dejar reposar en un lugar fresquito de vuestra casa, en mi caso en la despensa, durante toda la noche. A la mañana siguiente lo primero será precalentar el horno a 180°C. Hecho esto, ya podréis ir a por vuestros roscones, los cuales habrán doblado su volumen y ya estarán listos para ser decorados. Tras darles una nueva capa de huevo batido los puedes decorar como más te guste. En casa les ponemos fruta escarchada, almendra y azúcar perlado.
Cuando el horno ya esté listo tan solo nos quedará hornear nuestros roscones durante unos 14 minutos con ventilador sin quitarles el ojo de encima, ya que se doran muy rápidamente. Si veis que toman demasiado color siempre podéis cubrirlos con un poco de papel de aluminio. Este es el resultado:




Et c’est tout! La verdad es que es una masa muy fácil de preparar y que da un resultado realmente rico. Hay mil variaciones de Roscón de Reyes y el más tradicional es el que también lleva un poco de agua de azahar…, pero en casa no acostumbro a usarlo. En cualquier caso, lo que no pueden faltar son las figuritas J. Y ya sabéis, al que le toque el Rey debe ser coronado y al que le toque la haba… pues se queda sin tener que pagar el Roscón! Es lo que tiene hacerlos caseros, que todo el mundo gana!
Enviada a YeastSpotting.

martes, 1 de enero de 2013

Pan Rústico Francés y Feliz Año 2013!!!

Qué de días han pasado desde el Panettone… parece una eternidad… Pero ya estoy de vuelta y sí, ya se han pasado los momentazos gastronómicos críticos de estas fechas, bueno, a decir verdad, todavía nos queda el día de Reyes, pero mejor no pensarlo J!
Espero que ayer consiguieseis acabaros las uvas a tiempo, yo, para no variar, no lo conseguí, pero teniendo en cuenta que nunca lo logro por culpa de mis ataques de risa “entreuvas”… qué mejor manera de empezar cualquier año, ¿verdad?
Dicen que hoy es un buen día para la reflexión, para hacer balance y para asentar los nuevos propósitos. Para seros del todo sincera no soy de esas personas con listas interminables de deseos para el nuevo año. Solo le pido seguir rodeada de aquellos a los que quiero, despertándome cada mañana con los juegos de las dos reinas de la casa y con la sonrisa de mi media naranja desperezándose a mi lado y, si eso lo podemos aderezar con un trabajo que, aunque a veces me vuelve un poco loca, me encanta y con alguna que otra escapada al monte, nuestro día a día seguirá siendo genial!
Y ¿qué mejor manera de empezar este 2013 que encendiendo nuestro horno? Hoy os traigo un pan fantástico para cualquier situación. Para acompañar una sopita caliente, un poco de cocido… o sencillamente para mojar en un poco de aceite de oliva virgen extra… creedme, no os podréis resistir J! Es muy fácil de preparar y tan solo os pide una cosa: un poco de planificación. Lleva un prefermento, que le aportará el sabor y la humedad perfecta, y que tiene que prepararse unas horas antes, entre 12 y 16 horas dependiendo de la temperatura ambiente. En verano os subirá mucho más rápidamente y en invierno necesitará un poquito más de tiempo. Aquí os dejo la receta:
Pan rústico francés con poolish (para un pan grande de unos 750 gr o dos más pequeños)



Ingredientes poolish
100 gr de harina panificable de semifuerza
50gr de harina integral fina (en mi caso, ecológica y molida a la piedra)
50 gr de harina de centeno integral fina (en mi caso, ecológica y molida a la piedra)
200 gr de agua a temperatura ambiente (si hace calor, la pondremos fría)
Una punta de levadura fresca (del tamaño de una lenteja o un poco más pequeña)
Elaboración del poolish
Disolvemos la levadura en un poco de agua. Cuando ya esté totalmente disuelta le añadiremos el resto del agua.
En un recipiente de cristal grande mezclaremos las harinas y añadiremos el agua con la levadura disuelta. Remover enérgicamente hasta que nos quede una crema fina y sin grumos. Lo dejaremos fermentar tapado a temperatura ambiente hasta que prácticamente triplique su volumen y esté lleno de burbujas, unas 12-16 horas dependiendo de la temperatura del rincón donde lo dejéis reposar.
Ingredientes masa final
Todo el poolish
300 gr de harina panificable de semifuerza
150 gr de agua a temperatura ambiente
9 gr de sal
3 gr de levadura fresca
Elaboración
En un bol grande mezclaremos el poolish con las harinas y el agua. Nos quedará una mezcla blanda y pegajosa. La dejaremos reposar durante unos 20 minutos tapada con un plástico y  un trapito. Pasados los 20 minutos incorporaremos la sal y la levadura fresca y lo amasaremos unos 10 minutos, con el amasado francés, hasta que nos quede una masa elástica, suave y muy fina. 
Formaremos una bola y la dejaremos descansar en un bol limpio ligeramente untado con aceite tapada con un plástico y un trapo durante unas 2h 30’. Para darle fuerza a nuestra masa le haremos dos pliegues durante este reposo en bloque, uno cada 50 minutos. Cuando ya haya pasado este primer reposo es momento de decidir si queremos seguir con el paso siguiente o si preferimos dejarlo en la nevera durante toda la noche para hornearlo por la mañana. A mí me encanta esta opción, de manera que al día siguiente tengo el pan recién horneado para la hora de comer J. Si os decantáis por esta opción al día siguiente sacad la masa de la nevera y dejadla atemperar durante 1 hora antes de darle forma.
Una vez ya ha pasado el reposo en bloque es hora de darle forma de pan redondo o, si lo preferís, de dividir nuestra masa en dos para hacer dos panes redondos más pequeños o dos batards. Cuando ya tienen la forma que queremos es el momento de dejarlo(s) fermentar con el pliegue hacia arriba en una couche cubierto(s) con un plástico y un trapo de algodón, durante 1h-1h 30’, o hasta que la masa haya doblado prácticamente su volumen.
Mientras va fermentando es el momento de precalentar nuestro horno a 250°C con una placa de piedra sobre la bandeja. La piedra nos ayudará a alcanzar más temperatura, nos sellará rápidamente las bases de nuestros panes y favorecerá la creación de una fantástica costra J.
Cuando la masa y el horno están listos es el momento de girar ligeramente los panes para que el pliegue quede abajo, y de ponerlos sobre nuestra paleta. Les daremos un buen corte con nuestro lame y los pasaremos a la piedra caliente. Ha de cocerse con vapor a 250°C durante 10’. Pasado este tiempo bajaremos la temperatura del horno a 210°C y lo seguiremos horneando durante unos 60’, para un pan grande, o unos 50’ para dos panes más pequeños, hasta que estén bien cocidos y dorados. Ahora ya solo nos queda dejarlos enfriar sobre una rejilla antes de poder hincarles el diente. Este es el resultado:





Et c’est tout! Sin duda es uno de mis panes preferidos. Es fácil de preparar y el resultado es tremendo J!! ¿Os animáis?
Enviada a YeastSpotting