miércoles, 31 de octubre de 2012

Y para Todos los Santos: Panellets!!

¡Menudo desastre! Esta noche después de varios pinchos y de algún que otro txacolí… he vuelto corriendo al hotel para poder conectarme a un ordenador desde el que subiros una entrada totalmente necesaria, la de Todos los Santos, pero para mi total sorpresa ha sido imposible conectarme al blog (maravillosos imprevistos de la tecnología) hasta hace tan solo unos minutos! En definitiva, siento mucho el retraso y dentro de unos días prometo daros más detalles sobre nuestra escapada al Norte (desde aquí mi más sincero agradecimiento a nuestra canguro!!!, porque sin ella, nada de esto sería posible), pero mientras tanto solo os adelantaré que estoy radicalmente en contra de la gente que afirma que Bilbao no es bonita! A nosotros nos ha encantado! Sus calles, su gente, sus pinchos y una fantástica exposición de Egon Schiele han hecho del día de hoy un día realmente impresionante!! (prometo traeros fotos en cuanto las saque de la cámara J). Pero mientras llega ese momento… os quiero traer una receta que me encanta. Está muy bien eso de preparar cupcakes de Halloween y scary cookies, pero ¿qué hay de nuestras tradiciones? Hay una que adoro y que aún apasiona más, si cabe, a mi familia. ¿Sabéis cuál es? La de preparar panellets para estas fechas. Supongo que muchos de vosotros ya sabréis que son, pero para aquellos que no tengáis ni idea os diré que son unos dulces de diversas formas típicos del día de Todos los Santos en Cataluña. Están hechos a base de mazapán y otros ingredientes que les dan un sabor y aroma característicos. Castañas, boniatos, vino dulce y panallets son esencia de esta época del año en mi casa y para que esa tradición no se pierda aquí os traigo mi forma de prepararlos, porque eso sí, cada familia les pone su toque personal J.
Panellets (48 unidades aproximadamente)



Ingredientes (base)
500 gr almendra molida
500 gr azúcar
Ralladura de dos limones
100 gr patata hervida o al vapor
2 huevos L
25 gr cacao en polvo
100 gr piñones
100 gr almendra a trocitos
50 gr coco rallado
Elaboración
Hierve la patata o prepárala al vapor. Quítale la piel, cháfala y déjala enfriar. Mientras tanto, en un bol grande, mezcla la almendra molida con el azúcar y la ralladura de los dos limones. Una vez bien mezclado añade la patata. Con las manos mézclalo todo bien y una vez el mazapán tenga consistencia divide la masa en cuatro partes.
Panellets de coco:
Coge una de las partes y mézclala con la mitad del coco. Ves formando panellets con forma de pirámide y rebózalos en el coco restante. Pinta la punta con un poco de yema de huevo.



Panellets de chocolate:
Mezcla otra porción de masa con el cacao el polvo y ves haciendo bolitas. Una vez las tengas formadas píntalas con clara de huevo y rebózalas con azúcar.



Panellets de piñones:
Haz bolitas con la tercera porción de masa, rebózalas con clara de huevo y, con mucha paciencia, cúbrelas con piñones. Una vez estén bien cubiertos con piñones, tan solo te faltará pintarlos con yema de huevo.



Panellets de almendra:
Forma unos cilindros con la masa restante y píntalos con clara de huevo. Ahora ya solo te queda rebozarlos con los trocitos de almendra y pintarlos con yema de huevo.



Calienta el horno a 200°C. Mientras alcanza esa temperatura aprovecha para ir colocando los panellets en tu bandeja del horno, que habrás forrado con un poco de papel de hornear. Hornéalos durante unos 10-15 minutos (hasta que estén doraditos). No les quites el ojo de encima porque se hacen enseguida. Déjalos enfriar sobre una rejilla y una vez completamente fríos guárdalos en un recipiente hermético para que no se sequen. Ya veréis como a los vuestros les encanta el resultado:


Et c’est tout! Sírvelos después de comer con un poco de vino dulce y disfruta de una agradable sobremesa! Espero que os gusten y que os lancéis a prepararlos… y a poder ser, hacedlo en compañía de vuestra familia o amigos… el momento piñones, será mucho más divertido J. A mí este año me ha echado una mano mi sister y os aseguro que me ha encantado!!

sábado, 27 de octubre de 2012

Halloween: Trick or Treat!!

¿Qué tal ha ido vuestra semana? La mía… ha sido un poco de locos. En el despacho no paramos de correr y en el curso no hacen más que ponerme prácticas sobre temas de lo más variopintos, con lo que ya no me da ni tiempo de plantearme acabar mis compositions de inglés dentro del plazo establecido… si es que cada año me pasa igual. Me emociono, me emociono y luego me dan soponcios porque no logro llegar a todo… J
Pero también ha habido cosas fantásticas y una de ellas ha sido que por fin me han llegado mis libros de nutrición (sí, sí, aquellos que dejaron mi cuenta corriente tiritando…). Todavía estoy en busca y captura de un par más, especialmente uno de botánica, pero al menos ya tengo algo en lo que basarme cuando me asaltan mil dudas existenciales sobre mis apuntes (cosa que suele ocurrir bastante a menudo…, se acepta ayuda!!). La otra cosa muy positiva que ha ocurrido esta semana es que mi sister me ha animado a preparar cosillas para Halloween. Para seros sincera, en cuanto a celebración en sí, prefiero la nuestra de toda la vida, es decir, la de Todos los Santos, pero eso no quita que me parece increíble la cantidad de dulces y platos en general que han vinculado a su particular fiesta de los Muertos. No acostumbro a preparar galletas con fondant, ni icings…, vamos que lo mío es el pan, pero esta me parecía una fantástica ocasión para saltarme la norma. El resultado ha sido una mañana genial, con una compañía aún mejor, y muchas ganas de seguir investigando para poder traeros más sorpresas el año que viene. Tenemos mucho que aprender, pero para ser nuestra primera incursión en este tipo de cosas estamos muy contentas J! Ah, y si nosotras no hemos muerto en el intento, os aseguro que todo el mundo se puede lanzar a ello J!!


Aquí os dejo las recetas:
Hallowen cupcakes (receta de BBC Food)
Ingredientes
125 gr harina de todo uso
25 gr chocolate en polvo
1 ½ cucharadita (tsp) de impulsor (baking powder)
150 gr azúcar
50 gr mantequilla sin sal, en pomada
1 huevo L
8 cucharadas (tbsp) leche (semidesnatada en mi caso)
Para el cream cheese icing
50 gr queso crema (tipo Philadelphia)
25 gr mantequilla sin sal, en pomada
125 gr azúcar glas, tamizada
½ cucharadita (tsp) esencia de vainilla
Para decorar
Sprinkles de diferentes formas
Elaboración
En menos de 30 minutos las tendremos listas para entrar en el horno, así que ya puedes ir precalentándolo a 180 °C. Asimismo, ten a mano un molde de muffins con 9 moldes de un solo uso ya preparados.
En un bol tamiza la harina, el chocolate en polvo y el impulsor. Añade el azúcar y la mantequilla y bate la mezcla hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Ya puedes añadirle el huevo y la leche y seguir batiendo hasta que nos quede una masa espesa y suave.
Divide la mezcla entre los 9 moldes y ya puedes introducirlos en el horno durante 20-25 minutos (hasta que al clavar un palillo este salga limpio). Una vez listos ya puedes dejar los muffins enfriándose encima de una rejilla.
Mientras se van enfriando ya podemos ir preparando el cream cheese icing. Tan solo tendremos que batir el queso crema con la mantequilla hasta que estén bien integrados. Añade el azúcar y la esencia de vainilla y mézclalo bien.
Ahora que ya están fríos nuestros muffins es hora de decorarlos con nuestro icing, y en nuestro caso, también con unos sprinkles de Wilton que nos robaron el corazón J.
Para el cream cheese chocolate icing tan solo tendremos que añadir a nuestra mezcla de cream cheese icing una cucharada (tbsp) de chocolate en polvo y mezclar bien.
Scary Halloween cookies (receta de BBC Food)
Ingredientes
250 gr mantequilla sin sal, en pomada
250 gr azúcar
2 huevos L, ligeramente batidos
½ cucharadita (tsp) extracto de vainilla
500 gr harina
1 cucharadita (tsp) de impulsor (baking powder)
Para decorar
Cortapastas con motivos de Halloween
Fondant (en nuestro caso de color blanco y naranja)
Colorantes (verde, negro, naranja)
Rotulador especial alimentación
Mermelada de albaricoque, calentada con un poco de agua
Royal Icing

Para preparar el Royal Icing

Azúcar glas
2 claras de huevo
Un poco de agua

Elaboración
Batimos en un bol la mantequilla y el azúcar, preferentemente utilizando una batidora eléctrica de varillas, hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa. Añadimos los huevos y el extracto de vainilla y seguimos batiendo.
En otro bol tamizamos la harina con el impulsor y añadimos la mezcla de la mantequilla. Trabajamos la masa con las manos ligeramente enharinadas y volcamos nuestra masa sobre la superficie de trabajo, también ligeramente enharinada. Dividimos la masa en dos porciones y las envolvemos en papel film y a la nevera al menos una hora.
Precalentamos el horno a 170°C.
Sacamos unas de las porciones y la estiramos con la ayuda de un rodillo sobre nuestra superficie de trabajo ligeramente enharinada. Cortar las galletas de las formas que más te apetezcan y ves colocándolas en la bandeja del horno, forrada con papel de hornear. Déjalas con un poco de separación entre ellas ya que crecerán un poquito.
Hornéalas durante unos 12-15 minutos, hasta que estén ligeramente doraditas y mientras se hacen ya puedes ir a por la segunda tanda de masa que tienes en la nevera… Una vez todas horneadas y listas ya puedes dejarlas enfriar en una rejilla.
Una vez estén totalmente frías ya es momento de dejar volar tu imaginación!! Puedes empezar con las de fondant. Estira el fondant y con los mismos cortapastas ves cortando figuritas. Pon encima de las galletas un poquito de mermelada caliente de albaricoque mezclada con un poquito de agua (que es la que nos servirá como pegamento J) y sobre la mermelada ya puedes poner la figurita de fondant. Antes de decorarlos con el rotulador déjalas secar un buen rato. Cuando el fondant ya esté más sequito será el momento de decorarlo como más rabia os dé J (como mi sister es un poco ansias… no se esperó…).
Es hora de preparar nuestro Royal Icing. Solo tendréis que montar las claras de huevo bien fuerte e ir añadiendo poco a poco el azúcar glas hasta que tenga la consistencia que te interese. Divídelo en tantas porciones como colores quieras utilizar. Tápalos mientras no los uses porque se seca muy rápido.
Añade los colorantes a las porciones hasta obtener los tonos que desees y cuando estén listos ya será hora de ponerse a decorar! Pon el icing en una manga pastelera y ayudándote de la boquilla del número 2 ves bordeando las galletas. Una vez hecho los bordes añade un pelín más de agua al icing y poniéndolo en otra manga pastelera ves pintando el resto de la superficie de la galleta. El límite lo pones tú!!
Aquí os dejamos el resultado:





Et c’est tout!!! ¿Os animáis?

domingo, 21 de octubre de 2012

¿Te queda calabaza en la nevera?... Pumpkin scones!

Hoy voy muy, pero que muy tarde. Sí, sí, y me diréis, pero si no son ni las diez de la mañana, pero es que las diez es ya muy, pero que muy tarde!! Ayer me pasé la mañana pajareando con mi sister por Barcelona. Aprovechamos para charlar un poco iniciando nuestro recorrido por el Crustó de la calle Valencia. Tras un largo café nos pusimos en marcha para que me enseñase un local que hace poco que han abierto por el Eixample. Se trata de una galería donde puedes degustar una gran variedad de tés japoneses y de infusiones, así como picar algún tentempié también típico japonés. Además llevan a cabo talleres de papiroflexia, de ceremonia del té… vamos, que tenemos un nuevo rinconcito japonés en la ciudad. Se llama Akashi Gallery (https://www.facebook.com/AkashiGallery)  y a nosotras nos ha encantado! Ah, y si vais por allí, no dudéis en pediros un Dorayaki! Están la mar de ricos J (yo ya tengo localizada la receta, así que cualquier día de estos acabamos con el excedente de azukis del armario de la cocina…).
Pero para que una mañana de sábado (o de cualquier otro día) sea fantástica, a mi modo de ver, falta una visita a una de mis librerías favoritas de la ciudad, La Central de la calle Mallorca. Es un auténtico vicio echar un ojo a sus recomendaciones… y el tiempo se pasa volando mientras estás allí, ¿no creéis? Obviamente cayeron un par de libros J, inevitable…, como también lo fueron los otros cuatro que cayeron más tarde a través de Amazon… (menudo desastre estoy hecha!). Pero tengo excusa, los que cayeron a través de Amazon los necesito para mis clases J, porque sí, os expliqué que mi media naranja se ha embarcado en su particular proyecto de entrenador personal, pero no os acabé de explicar por qué opción me acabé decantando yo. Hace unos meses estuve devanándome los sesos pensando en qué podía estudiar durante este curso… la tesis, patchwork, un master o ganchillo fueron algunas de las opciones, ¿os acordáis? Bueno, pues finalmente en septiembre me decidí por empezar algo que siempre me había hecho mucha ilusión: la nutrición. Sí, sí, al final me matriculé en un curso de nutrición según los principios de la Naturopatía. Y sí, ese es uno de los motivos por los que ¡me faltan horas!
Pero volviendo a nuestro sábado,  ayer fue una mañana la mar de agradable (estar con mi sister siempre es una gran opción), pero claro, la parte negativa es que por la tarde no tuve tiempo prácticamente ni de empezar con todo lo que tenía que hacer, así que aquí me tenéis intentando traeros algo rico lo antes posible para volver a concentrarme en mis libros y apuntes. ¡Menudo domingo que me espera! Por suerte, ya tengo preparada mi tetera y una masa espectacular levando en mi nevera a la que me lanzaré para hacer algún break cuando ya esté saturada de lípidos y glúcidos J.
Os prometí que os traería alguna receta fácil y rica con la que acabar con vuestro excedente de calabaza, así que aquí os dejo una muy, pero que muy interesante: pumpkin scones!! En unos 30-35 minutos tendrás un bocado perfecto para tu desayuno de hoy (¡o de cualquier otro día!). La cantidad de scones variará según tu excedente. Con esta receta te saldrán unos 16 scones, pero siempre puedes dividir o doblar la receta si tu excedente es menor o mayor respectivamente.
Ingredientes (receta de The Australian Women’s Weekly magazin Muffins and Breads)
40 gr mantequilla sin sal
55 gr azúcar
340 gr puré de calabaza (en mi caso asada)
1 huevo, ligeramente batido
375 gr harina leudante
½ cucharadita (tsp) nuez moscada
85 gr leche aproximadamente (en mi caso semidesnatada)
Elaboración
Antes de nada puedes ir forrando tu bandeja de horno con un poco de papel de hornear o si prefieres seguir la receta original, engrasa dos moldes redondos de nos 20cm. Aprovecha también para ir precalentando tu horno a 240°C.
Por otro lado, bate la mantequilla y el azúcar en un bol grande con una batidora eléctrica hasta que haya aclarado y la mezcla esté suave y esponjosa. Poco a poco ves añadiendo el huevo ligeramente batido. Añade la calabaza y una vez integrada ya puedes ir incorporando la harina (tamizándola) junto con la nuez moscada. Ya solo faltará añadir la cantidad de leche necesaria para hacer una masa ligeramente pegajosa (tal vez necesites los 85gr o tan solo la mitad, así que la idea es ir añadiéndola poco a poco. Tal vez tu puré ya tuviera mucha agua con lo que necesitará menos leche, o también puede ocurrir todo lo contrario… asimismo, la cantidad de leche puede variar en función de tu harina, ya que como bien sabes, algunas admiten mucho más líquido que otras… en definitiva, poco a poco). Llegado este punto, vuelca la masa sobre tu superficie de trabajo ligeramente enharinada y amásala hasta que tengas una masa ligera y suave.
Presiónala un poco hasta conseguir que tenga unos 2 cm de grosor y ayudándote de un cortador redondo (de unos 5cm) ves cortando tus scones. Ves colocándolos en tus moldes redondos que tenías preparados, tocándose ligeramente (o si te has decantado por una bandeja normal, ves colocándolos uno al lado del otro).
Ya solo nos queda pintarlos con un poco de leche por encima y meterlos en el horno durante unos 15 minutos aproximadamente. Aquí tenéis el resultado:




Et c’est tout! Espero que os guste y que os lancéis a probarlos. ¡¡Ya me contaréis el resultado!!

martes, 16 de octubre de 2012

World Bread Day!

Y ya estoy otra vez aquí. Sí, lo sé, tampoco me esperabais hoy, ¿verdad? Pues vuelve a ser de esos días en los que hay que hacer una excepción J! Así que tendríais que verme sentada en una cafetería con mi portátil prácticamente sin  batería y la mar de contenta con mi tazón de té… La mañana ha sido un poco dura, más que nada porque mis prácticas siguen siendo más accidentadas de lo que me gustarían. Nada de importancia, pero hay momentos en los que me gustaría estar un poco más acolchada… no entraré en detalles :-p…
Pero volvamos a lo importante, hoy es el World Bread Day 7th edition!!! Seguro que muchos de vosotr@s ya os acordabais, pero por si las moscas… refresco la memoria a los que no lo tenían presente. Se trata de una iniciativa en la que nos animan a hornear pan en casa al menos el día de hoy, y como no podía ser de otra manera, me moría de ganas de participar.
Le he estado dando muchas vueltas a qué receta aportar… hay panes que quitan el sentido solo con olerlos, otro son la mar de vistosos y atractivos para niños y mayores… pero hay un factor importante (y muchas veces erróneo) en el hecho de hornear pan en casa: mucha gente tiene la percepción de que es algo extremadamente difícil, cuando en realidad no siempre lo es. Obviamente, hay panes con un grado de dificultad realmente alto, pero no todos los panes que podemos preparar tienen porqué ser más complicados que presentar nuestra tesis en la universidad! Desde mi humilde opinión, lo mejor es ir subiendo la dificultad poco a poco, preparar mil veces un pan antes de pasar al siguiente y disfrutar ampliando nuestros horizontes. Sin lugar a dudas, un buen libro nos ayudará a hacernos la vida más fácil hasta que conozcamos las texturas, la humedad necesaria… pero os aseguro que llega un día en el que sabes cuándo es el momento de dejar levar nuestra masa y cuándo ha levado ya suficiente y está pidiendo a gritos que la metamos en el horno, sí, ese día llega J!
De todos modos, aunque yo aquí me dedique a hacer una apología del hecho de hornear pan en casa y de que el grado de dificultad es relativo estoy segura de que no todo el mundo me creerá y se sentirá un poco abrumado ante la idea de tener que trabajar con este tipo de recetas. Pero ¡si hasta mi propia sister lo ve realmente complicado!
Teniendo esta realidad fijada en la cabeza finalmente me decidí por traeros un pan que es imposible que os quede mal, totalmente imposible! No lleva amasado, que es la parte que normalmente más asusta a todos, así que esta vez sí, que sí, que no tenéis excusa para intentarlo. Os quedará un pan agradable, tierno, ideal para hacer tostadas; de hecho, tendréis la tostada perfecta!! La elaboración no os llevará más de 10 minutos y solo necesita 25 minutos de horno, así que si alguien dice que es complicado, me rindo J. Aquí os dejo la receta para que juzguéis por vosotr@s mismos:
English Muffin Bread



Ingredientes (1 loaf)
361 gr harina de todo uso
1 cucharada (tbsp) azúcar
1 ½ cucharadita (tsp) sal
¼ cucharadita (tsp) bicarbonato sódico
1 cucharada (tbsp) levadura seca (active instant yeast)
227 gr leche (en mi caso semidesnatada)
57 gr agua
2 cucharadas (tbsp) aceite de oliva virgen extra
Elaboración
En un bol mezclamos la harina, el azúcar, la sal, el bicarbonato sódico y la levadura seca, hasta integrar todos los ingredientes.
Por otro lado, calentamos un poco la leche, el agua y el aceite (a unos 37°C). Más o menos tenemos que notarla caliente, pero sin que nos queme.
Añadimos los ingredientes líquidos a los secos y lo mezclamos bien durante aproximadamente 1 minuto bien fuerte. Nos quedará una masa muy suave y pegajosa.
Ya podemos ir engrasando nuestro molde (el que utilizaríamos para preparar el pan de molde). Una vez bien engrasado ya solo nos quedará volcar dentro nuestra masa y ayudándonos con una espátula también engrasada anivelaremos la superficie para que nos quede bien planita.
Ves precalentando el horno a 200°C.
Cubre el molde con un plástico y un trapo y deja reposar la masa durante unos 45 minutos (o 1 hora, dependiendo de la temperatura de tu casa). En cualquier caso, la masa no debe sobrepasar el borde del molde. Cuando ya esté lista es el momento de retirar el plástico y el trapo y de hornear nuestra hogaza durante unos 25-27 minutos, hasta que quede doradito por encima.
Una vez cocido ya solo nos quedará dejarlo enfriar durante unos 5 minutos antes de desmoldarlo. Una vez desmoldado tendremos que dejarlo enfriar por completo antes de poder cortarlo.  ¡Y ya está listo! Este es el resultado:



Et c’est tout! ¿A que es la cosa más fácil que habéis visto? Esta vez tenéis que animaros J!

Enviada a YeastSpotting

lunes, 15 de octubre de 2012

Me encanta el otoño: Pumpkin Bread!

Sí, sí, es lunes y aquí me tenéis! Entre semana no suelo tener tiempo para conectarme y actualizar el blog, pero hay días en los que se han de hacer excepciones, así que aquí estoy en un descanso tras mis prácticas de moto (¿imagináis a un taponcillo encima de una 500cc? Pues esa soy yo...J) y vigilando la comida que en breve tengo que empezar a comerme para salir disparada hacia el despacho acto seguido… Pero bueno, volviendo a lo que nos ocupa, hoy es día 15 de octubre, sí, sí, cómo pasa el tiempo… y hoy es el día de traeros mi pequeña contribución a “la Recepta dels 15” de “Els Fogons de la Bordeta”. El ingrediente de este mes no podía dejarlo escapar: calabaza!! ¡Me encanta! Es ligera, dulce, pero no demasiado, y extremadamente versátil. En definitiva, era un pecado no aportar mi granito de arena, así que después de darle muchas vueltas finalmente aquí os traigo mi Pumpkin Bread!
Se trata de una receta extremadamente fácil en el que solo tenéis que mezclar todos los ingredientes y esperar a que el horno haga el resto. Os quedará una miga esponjosa y ligeramente húmeda que se os conservará durante una semana como el primer día. ¿Os imagináis algo mejor para el desayuno o la merienda? Si lo probáis una vez… repetiréis! Aquí os dejo la receta:
Ingredientes
1 ½ tazas (200 gr) harina de todo uso
½ cucharadita de sal
1 taza (200 gr) azúcar
1 cucharadita bicarbonato sódico
1 taza (240 gr) puré de calabaza (en mi caso, siempre la hago asada, pero también puede ser hervida)
½ taza (120 gr) aceite de oliva virgen extra
2 huevos (L)
¼ taza agua
½ cucharadita nuez moscada
½ cucharadita canela
½ taza (120 gr) nueces troceadas
Elaboración
Antes de nada precalienta el horno a 180°C.
En un bol, tamiza la harina, la sal, el azúcar y el bicarbonato sódico. En otro bol, mezcla el puré de calabaza, el aceite, los huevos, el agua y las especies. Una vez bien mezclado combínalo con los ingredientes secos, pero solo lo justo para que se integren los ingredientes. Hecho esto ya solo nos queda añadir las nueces troceadas.
Pásalo a un molde alargado engrasado y hornéalo durante 50-60 minutos o hasta que al clavar un palillo este salga totalmente limpio. Cuando esté listo ya podemos retirarlo del horno y desmoldarlo para dejarlo enfriar en una rejilla. Este es el resultado:


Et c’est tout! Más fácil, imposible!! Os animáis? En breve os traeré otra idea para aprovechar el resto de la calabaza J!

domingo, 14 de octubre de 2012

Scones integrales con nueces… y miel!

Menudo fin de semana! Me ha encantado! Nos hemos pasado todos los días fuera de casa, de parranda, pero es lo que tiene querer aprovechar al máximo las horas J. Mi media naranja se libraba de las clases este fin de semana gracias al puente, así que como os podéis imaginar no nos hemos “soltado” más que para lo estrictamente necesario J! El jueves me fui de cena con unas buenas amigas y sí, ese día sí que lo dejé en casa J, pero el resto de días aprovechamos para disfrutar el uno del otro. Cogimos el coche y nos fuimos a ver a una amiga, disfrutamos de un buen café y de una encantadora comida (con su correspondiente sobremesa) y luego de vuelta a Barcelona, donde habíamos quedado para cenar con otros amigos… Ha sido un fin de semana genial! Con todos los compromisos que tenemos, entre estudios, trabajo y familia, la verdad es que al final tenemos poco tiempo para disfrutar de nuestra gente, para charlar y para compartir buenos momentos, así que cuando surge la oportunidad hay que aprovecharla al máximo J. En cualquier caso, esta es sin duda la forma ideal de coger fuerzas para enfrentarnos a una nueva semana de prisas, idas y venidas, despacho, clases, prácticas… Vaya, que ya tenemos, again, las PILAS CARGADAS!!
Y como no podía ser de otro modo, hoy me apetecía traeros una receta de esas que gustan a todos, ya que son rápidas, fáciles y con un resultado rico, rico, rico: scones integrales con nueces (y miel). Tardaréis 30 minutos en prepararlos y serán un acompañamiento ideal para un lazy weekend breakfast, para el brunch dominical, para un tranquilo afternoon tea o incluso para acompañar una tarde de estudio como la mía de hoy (siempre será más agradable!!). Aquí os dejo la receta:


Ingredientes (receta de Mis recetas favoritas)
200 gr harina leudante
50 gr harina integral
2 cucharaditas (tsp) impulsor (baking powder)
2 cucharaditas  (tsp) azúcar  moreno
50 gr mantequilla fría
120 gr leche (uso semidesnatada)
40 gr nueces troceadas tostadas
Para decorar
Leche
Azúcar moreno
Miel

Elaboración
Antes de nada, precalienta tu horno a 200°C (esto va a ser rápido J).
En un bol grande mezclamos la harina normal, la integral, el impulsor y el azúcar. Le añadimos la mantequilla cortada a trocitos y bien fría y con un estribo o con un tenedor vamos mezclando. Nos quedará una textura de migas. Ya es hora de añadirle las nueces troceadas. Por último añadiremos la leche y lo amasaremos lo justo hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Sobre tu superficie de trabajo ligeramente enharinada es hora de extender la masa (sin apretar mucho) dejándola de un grosor de unos 2cm. Con la ayuda de un cortapastas redondo ya puedes ir cortando los scones. Intenta no girar el cortapastas para cortar los scones, sino hacerlo de un solo movimiento. Ves colocándolos en la bandeja del horno que habrás forrado anteriormente con un poco de papel de hornear (no los juntes mucho ya que crecen un poquito mientras se hornean.
Ahora ya solo nos queda pintarlos con un poquito de leche y espolvorearlos con azúcar moreno. Hecho esto, ya podemos introducirlos en el horno y hornearlos durante unos 12-14 minutos, hasta que queden ligeramente doraditos.

Puedes servirlos directamente y acompañarlos con un poco de miel… ummmmm…. Riquísimos! Aquí tenéis el resultado:

Et c’est tout! Os animáis?

Enviada a Yeastspotting.

domingo, 7 de octubre de 2012

Empieza el curso… y Mini Poppy Seed Dampers

Los sábados durante unos cuantos meses serán un poco más grises a partir de ahora… mi media naranja ha empezado un curso muy interesante para sacarse el título de entrenador personal y, como entre semana era una odisea lo de cuadrar los horarios, se ha decantado por asistir los fines de semana. Siempre le ha gustado el deporte y, aunque no tiene absolutamente nada qué ver con su vida profesional, finalmente se ha lanzado. A fin de cuentas, también se trata de eso, ¿no?, es decir, de hacer cosas que nos gustan por el sencillo placer de disfrutarlas J! Pero volviendo al asunto, que me despisto, la parte positiva de cursarlo los fines de semana es que de esta manera no tiene que estar preocupado saliendo antes de clase para llegar al trabajo o, en definitiva, haciendo mil cábalas para lograr llegar a todas partes… la parte negativa (y obvia) es que se le echa mucho de menos…
En conclusión, como los sábados ya no nos podemos escapar al monte y los domingos solemos tener compromisos familiares… mis PRs van a tener que esperar. Pero bueno, tan pronto tenga la posibilidad os traeré alguna escapadita chula por Vic o tal vez por la zona de la Costa Brava… ya investigaré J! Y mientras tanto, pues aprovecharé para visitar mis rincones preferidos  de Barcelona, para disfrutar de mis librerías predilectas y de mis momentos entre harinas!
¡Hoy hace un domingo espectacular! Brilla un sol increíble y apetece tumbarte un rato en un banquito del parque… así que sí, voy a enfundarme unos tejanos y me bajo corriendo al que está al lado de mi casa: lleno de rosas y de un césped maravilloso. Pero antes, no creáis que me voy a olvidar de dejaros mi contribución a la blogesfera culinaria: Mini Poppy Seed Dampers.
No, no es la receta definitiva… porque los que los conozcáis sabréis que tendrían que haber quedado más redonditos, pero no ha habido manera… la masa tenía demasiada hidratación… Los volveré a intentar comprando un yogur griego más denso y añadiendo la leche muy poco a poco, para lograr acertar la cantidad  justa (para la harina que suelo utilizar). En cualquier caso, estaban la mar de ricos J. Parecen panecillos cuando en realidad no lo son, ya que no llevan levadura, sino que lo que se pone es impulsor (baking powder). Son ideales para untar con un poco de queso crema… y si a la ecuación, además, le ponemos una rodaja de un tomate bien hermoso, serán el bocado perfecto para un brunch dominical. Aquí os dejo la receta:


Ingredientes (para unos 8) (receta del libro Scones de Genevieve Knights)
400 gr harina de todo uso (un poco más para acabar de ligar la masa)
4 cucharaditas (tsp) de impulsor (baking powder)
½ cucharadita (tsp) de sal
Pimienta negra recién molida
30 gr aceite de oliva virgen
200 gr de yogur griego denso
150 gr de leche (aproximadamente)
4 cucharadas de semillas de amapola (os sobraran)
Para servir
Queso en crema (estilo Philadelphia)
Tomates
Elaboración
Antes de nada empieza a precalentar el horno a 200 °C porque esto va a ser rápido. Asimismo ya puedes ir forrando la bandeja del horno con un poco de papel de hornear y dejarla reservada.
Por otro lado, tamiza la harina en un bol grande, junto con el impulsor y la sal. Añade pimienta negra recién molida y con un tenedor ves removiendo mientras vas echando el aceite. Ahora ya es el momento de añadir el yogur griego y la leche (poco a poco). Mézclalo todo. Cuando la masa ya tenga la consistencia adecuada, pásala a tu superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y amásala un poco.
En este punto ya puedes dividir la masa en 8 partes y darles forma de bola. Decora la parte de arriba de las bolitas con semillas de amapola y ves colocándolas en la bandeja de horno que tenías preparada. Haz dos cortes en forma de cruz en cada mini damper y hornéalos durante unos 15-20 minutos, hasta que estén doraditos. Cuando se enfríen, córtalos por la mitad y rellénalos (generosamente J) con queso en crema y con rodajas de tomate… ummmmm, riquísimos! Et c'est tout! Aquí está el resultado: