domingo, 31 de marzo de 2013

KOYΛΟΥΡΑΚΙΑ ΠΑΣΧΑΛΙΝΑ o lo que es lo mismo: Koulourakia paskalina!

¿Qué ya se ha pasado la Semana Santa? ¿Cómo? ¿Cuándo? Pero ¡si no me ha dado tiempo ni de darme cuenta! Esa podría ser una gran frase a escribir en la historia de mis últimos meses… Pero lo positivo es que hemos podido disfrutar de unos días más tranquilos, o al menos, de más horas juntos de lo habitual, así que no voy a quejarme.
Ayer, además tuvimos la gran suerte de disfrutar de un maravilloso sábado que tuvo a bien regalarnos un sol espléndido. Nos escapamos con mi sister a Ripoll para dar un paseo y para volver a disfrutar (creo que nunca logro cansarme) de las bellezas del lugar.  Visita obligada son Sant Joan de les Abadesses y su monasterio, para acabar más tarde en el propio Ripoll y su fantástica Santa María. Una auténtica maravilla.








Luego se truncó el hechizo y tuvimos que volver a casa… mi segundo parcial de ortomolecular me está esperando encima del escritorio… pero es que no se puede tener todo. Por suerte, todavía nos queda mañana…
Hoy el día ha sido bastante tranquilo. Mi sister ha venido a visitarnos y entre parloteo y parloteo han ido cayendo estas suaves y sencillas galletas. Las preparé anoche en un santiamén para poder picar algo con el café y la verdad es que son muy agradables.
Hay muchos tipos de galletas: las indecentes que llenan nuestras tardes lluviosas de indulgencia, las dulces requetedulces, las saladas, las que parecen mantequilla andante, las muy laboriosas, las extrafáciles, las adictivas… y luego están las que siempre se agradecen junto a una taza de leche. Pues bien, las que os traigo hoy son de estas últimas. Son sencillas, agradables, no demasiado dulces, pero tampoco saladas, no muy duras, aunque tampoco blandas… y con la medida perfecta para mojarlas en nuestro tazón :-)! El próximo día las prepararé con un poquito de anís… seguro que quedarán deliciosas…  Son unas galletas griegas típicas de Pascua, así que con esta receta nos despedimos por este año de la Semana Santa… ¡Qué poquito queda para el verano!
Aquí os dejo la receta:
Pastas de Pascua (Para unas 30-40 galletas. Receta del libro La cocina de Vefa)


Ingredientes
112,5 gr mantequilla en pomada
150 gr azúcar superfino
2 huevos
2 yemas de huevo
1,5 cucharaditas (tsp) extracto de vainilla
12,5 gr bicarbonato sódico
60 gr leche (semidesnatada en mi caso)
500 gr harina de todo uso
Elaboración
Lo primero que podemos ir haciendo es encender nuestro horno e irlo precalentando a 200°C.
Por otro lado cogemos una batidora eléctrica y batimos en un bol grande la mantequilla con el azúcar. Sin dejar de batir iremos añadiendo los huevos, de uno en uno, 1 yema y el extracto de vainilla.
Es el momento de acoplar el gancho de amasar. En un vaso mezclaremos el bicarbonato con la leche.
Sin dejar de batir nuestra masa iremos incorporando la mezcla de la leche en dos o tres tanzas alternándola con la harina. Nos tiene que quedar una masa fina y fácil de trabajar. Cuando ya esté lista la pasaremos a nuestra superficie de trabajo ligeramente enharinada e iremos haciendo porciones de masa con forma de cilindro del grosor aproximado de un dedo y de unos 20 cm de largo. Cuando ya tengamos los cilindros los cogeremos de uno en uno y los doblaremos por la mitad, los retorceremos (dándole forma de ocho) y los pasaremos a una bandeja debidamente forrada con papel de hornear.
Ya solo nos quedará pintar nuestras galletas con la yema que nos queda y dos cucharaditas (tsp) de agua.
Las hornearemos unos 20 minutos, hasta que nos queden doratidas y las dejaremos enfriar sobre una rejilla. Este es el resultado:



Et c’est tout! Espero que acabéis de pasar unas buenas vacaciones de Semana Santa!

viernes, 22 de marzo de 2013

Bake the World: Bebe uskrsne Primorski


Y ya ha pasado otro mes y se acerca Semana Santa, bueno, prácticamente la tenemos encima… y entre una cosa y otra también ha llegado el momento de volver a presentaros el resultado del reto que nos habían propuesto desde Bake the World para este mes de marzo: Bebe uskrsne Primorski, es decir, Muñecos de Pan de Pascua Croatas.
Es un pan croata típico de esta época del año, de hecho, suelen ponerse en el lugar de cada invitado en la cena de Pascua.
Se trata de una receta realmente fácil, con una masa muy agradecida, que podréis tener lista en tan solo una mañana. El resultado será un pan esponjoso y suave ideal también para cualquier desayuno o merienda. Los muñecos son en realidad unas trenzas la mar de graciosas coronadas con un huevo teñido. Quedan realmente divertidas y seguro que harán las delicias de los más pequeños de la casa. De todos modos, si lo de las caritas sonrientes no acaba de ser lo tuyo  siempre puedes hacer tan solo las trenzas :-). La masa te recordará a la del Challah, ya que se trata de una masa enriquecida, ligeramente dulce, que se prepara con levadura fresca. Aquí os dejo la receta:
Bebe uskrsne Primorski (receta de Cultura Croata )


Ingredientes:
2 tazas de leche (tibia)
21 gr de levadura fresca
2 huevos L batidos
½ taza de azúcar
½ taza de mantequilla en pomada
1 cucharadita de sal
6 tazas de harina común
12 grandes huevos duros coloreados (o la misma cantidad de huevos que trenzas quieras hacer)
Preparación:
Cogeremos la leche tibia y le añadiremos la levadura. Una vez esté totalmente integrada la levadura reservaremos la mezcla.
Por otro lado, cogeremos un bol grande y mezclaremos los huevos, el azúcar, la mantequilla y la sal. A continuación añadiremos la leche con la levadura y la mitad de la harina. Mezclamos bien. Una vez totalmente integrados los ingredientes seguiremos añadiendo la harina, poco a poco, hasta que nos quede una masa suave. En mi caso no me hizo falta toda la harina, sino que me sobró un poquito. Amasamos con brío, en mi caso me ayudé del amasado francés, hasta que nos quede una masa elástica y fina (una auténtica gozada!). Cuando ya esté en su punto la pasaremos a un bol grande ligeramente engrasado y la dejaremos reposar tapada con un plástico y un trapo en un lugar sin corrientes hasta que doble su volumen (1-2h).
Pasado el tiempo de levado volcaremos la masa con la ayuda de una rasqueta sobre nuestra superficie de trabajo ligeramente enharinada y la trabajaremos muy suavemente durante un par de minutos. Hecho esto tan solo nos queda dividir la masa en porciones del mismo peso. Yo hice porciones de unos 55 gr cada una aproximadamente, pero eso sí que lo dejo a tu total elección, dependiendo de cómo de grandes quieras hacer las trenzas. Una vez dividida la masa taparemos las piezas y las dejaremos reposar unos cinco minutos más.
Podemos aprovechar para ir precalentando nuestro horno a 200°C.
Ahora ya solo nos queda ir haciendo cilindros de la misma longitud e ir haciendo trenzas de tres cabos. Juntamos dos cilindros, poniéndolos uno a continuación del otro (___), y el tercero lo ponemos en medio mirando hacia abajo (l). Justo donde se juntan los tres cabos pondremos nuestro huevo, ya teñido, y empezaremos a trenzar. Os quedará como si los cabos “abrazasen” al huevo :-). Hacemos lo mismo con todas las porciones. En mi caso, hice algunos muñecos, pero también hice otras trenzas sin huevo o en forma circular… así que a vuestra elección.
Cuando ya los tengas todos vuelve a cubrirlos con un plástico y un trapito y déjalos reposar hasta que prácticamente hayan doblado su volumen. Ahora ya es el momento de pintar nuestros muñecos con un poco de huevo batido mezclado con una cucharada de agua y de meterlos al horno. Los hornearemos durante unos 10 minutos a 200°C y luego bajaremos la temperatura a 180°C y seguiremos horneándolos unos 15 minutos más. Si ves que cogen demasiado color puedes cubrirlos con un poco de papel de aluminio. Es un gustazo verlos crecer en el horno :-)!
Cuando ya estén listos ya podrás retirarlos del horno y dejar que se enfríen sobre una rejilla. Una vez fríos es el momento de dibujarles sus caritas. ¿Qué tal llevas la imaginación? Yo fatal, así que esa parte se la dejé a mi sister. Espero que os animéis ya que el resultado es una auténtica delicia. Aquí os dejo la prueba:




Et c’est tout! Como siempre, ha sido un placer aprender una receta nueva… ya estoy deseando ver cuál es el próximo reto.
Enviada a YeastSpotting
P.D. Para teñir los huevos tan solo tenéis que dejarlos en un poco de agua caliente, vinagre y colorante durante unos minutos. Más fácil imposible!

domingo, 17 de marzo de 2013

Algo saludable: Oat and Raisin Muffins

(Scroll down for recipe in English)
¡Y vuelve a llover!
La idea de ayer era levantarnos temprano e ir a dar una vuelta para despejarnos un poco… pero nuestro gozo en un pozo cuando al abrir el ojo vimos que se había levantado un importante vendaval.
Preparamos un buen desayuno y tras llenar nuestras sendas tripas nos empezó a entrar esa pereza de los días grises y fríos… así que nos quedamos en casita, sí, sí, todo el sábado encerrados… Seguramente suena un poco mal… pero en realidad fue mucho peor, en cuanto a productividad, pero mucho mejor a nivel personal. Os cuento. Tengo mi primer examen de dietoterapia y el segundo de ortomolecular. Como no podía ser de otra manera, se juntan en el tiempo, así que este fin de semana tocaba, sí o sí, encerrarse en casa para estudiar como una loca. Por este lado… el sábado fue muy poco productivo, porque si bien es verdad que nos encerramos en casa, también es verdad que no logré estudiar demasiado… qué pereza! Pero por otro lado, fue un sábado genial porque pude disfrutar de mi media naranja durante todo el día. Entre semana prácticamente no nos vemos así que intentamos pasar juntos el máximo de tiempo posible durante los fines de semana, así que por ese lado… una gozada de sábado :-)!
Pero claro, con tantas horas en casa… tenía que encender el horno, aunque para no sentirme demasiado culpable por estar “perdiendo” el tiempo tenía que preparar algo que fuera rápido… y ¿qué mejor que unos muffins? Me apetecía algo saludable, apto para todos los públicos, tanto para los golosos como para los que no lo son tanto y esta fue mi elección: Oat and Raisin Muffins, es decir, Muffins de Avena y Pasas. Suaves, esponjosas y con un puntito de humedad… ¡qué ricas! Aquí os dejo la receta:


Ingredientes (para 12 unidades) (receta del libro de Martha Day Baking)
85 gr de copos de avena
250 gr de buttermilk
120 gr de mantequilla, a temperatura ambiente
100 gr de azúcar moreno oscuro
1 huevo, a temperatura ambiente (L)
120 gr de harina
1 cucharadita (tsp) de impulsor (baking powder)
½ cucharadita (tsp) de bicarbonato sódico
¼ cucharadita (tsp) de sal
30 gr de pasas
Elaboración
Lo primero que tendremos que hacer poner los copos de avena en un bol junto con el buttermilk durante una hora. Si no tienes dónde comprar buttermilk (como es mi caso) tan solo tendrás que añadir una cucharadita de zumo de limón o de vinagre a 250 gr de leche. Mezclar y dejarlo reposar durante unos 10 minutos.
Por otro lado, aprovechamos para engrasar un molde de 12 muffins y para precalentar nuestro horno a 200°C.
Con unas varillas eléctricas batiremos la mantequilla y el azúcar hasta que nos quede una mezcla ligera y esponjosa. Añadiremos el huevo y volveremos a mezclar.
En otro bol tamizaremos la harina, el impulsor, el bicarbonato sódico y la sal. Añadiremos la mezcla de la mantequilla y la de la avena en dos veces (alternándolas). Por último, añadimos las pasas y volvemos a mezclar, pero esta vez, lo justo para integrar los ingredientes.
Ya solo nos queda rellenar los moldes hasta unas tres cuartas partes de su capacidad y meter en el horno durante unos 20-25 minutos o hasta que superen la prueba del palillo, es decir, hasta que al introducir un palillo este salga totalmente limpio. Cuando estén listas ya podremos sacarlas del horno y desmoldarlas para dejarlas enfriar totalmente sobre una rejilla. Este es el resultado:




Et c’est tout! Una receta fácil, rica y muy saludable. ¿Os animáis?
Oat and Raisin Muffins (makes 12) (recipe from Martha Day’s book Baking)
Ingredients
85 g rolled oats
250 g buttermilk
120 g butter, at room temperature
100 g dark brown sugar
1 egg, at room temperature
120 g flour
1 teaspoon baking powder
½ teaspoon bicarbonate of soda
¼ teaspoon salt
30 g raisins
Method
In a bowl combine the oats and buttermilk and let soak for one hour. If buttermilk is not available, add one teaspoon lemon juice or vinegar to milk. Let the mixture stand for a few minutes to curdle.
Lightly grease a 12 cup-muffin tin and preheat the oven to 200°C.
With an electric mixer cream the butter and sugar until light and fluffy. Beat in the egg.
In another bowl, sift the flour, baking powder, bicarbonate of soda and salt. Stir into the butter mixture, alternating with the oat mixture. Fold in the raisins. Do not overmix.
Fill the prepared cups two-thirds full. Bake until a skewer inserted in the centre comes out clean, 20-25 minutes. Transfer to a rack to cool.

domingo, 10 de marzo de 2013

Pain de mie… Voulez-vous un croque-monsieur?

Ay,…, sin ánimo de parecer una quejica insoportable e insufrible, os dejo aquí un suspiro junto con una frase ciertamente manida “mira que se pasa rápido el fin de semana”…
Salí tarde, pero salí. El viernes finalmente logré escaparme del despacho con muchas ganas de quemar la bandeja de entrada del correo y de tirar al baño mi amada-odiada blacky, pero eso ya pasó y ayer me desperté con un cielo azul inmenso que no hacía más que invitarnos a un largo paseo por cualquier rincón de esta preciosa ciudad. Mirad si los astros estaban alineados que incluso logré entrar en una tienda de ropa y no salir frustrada y derrumbada, sino con una bolsa con prendas compradas incluidas. Eso bien merecía una invitación formal para comer a mi media naranja, compañero incansable y fiel en mis momentos de shopping. Disfrutamos de una buena comida en un sitio tranquilo con luz tenue y música agradable y luego nos volvimos tranquilamente a casa para acabar de disfrutar de una velada hogareña. Ojalá los sábados durasen más, ¿verdad?
Y después de una frugal cena, que tampoco hace falta abusar…, me iluminé: ¿por qué no prepararle a mi sister un croque-monsieur como brunch dominical? Lo normal ante tal momento de inspiración hubiese sido ir a mirar si tenía todos los ingredientes en la nevera, cosa que tampoco tenía por qué ser demasiado complicado… pero no teniendo suficiente con comprobar que así era otra revelación me vino a la cabeza: ¿por qué no preparar yo misma un estupendo pan de mie (pan de molde, para los amigos)  para que así mi croque-monsieur fuera aún más delicioso? A todo esto ya eran pasadas las diez de la noche así que el tiempo corría en mi contra… aunque no del todo porque, como vais a comprobar en breve, esta es una receta realmente fácil y bastante rápida de preparar. Aquí os la dejo:
Pan de mie (receta del libro Panes de Richard Bertinet)
Ingredientes (para dos panes)
10 gr mantequilla
20 gr levadura fresca
500 gr harina de fuerza
50 gr leche entera (en mi caso, semidesnatada)
300 gr agua (en mi caso un poco más)
Elaboración
En un bol grande mezclamos la harina con el agua y la leche. Una vez ya estén completamente integrados pasamos la masa (ha de quedar de una textura bastante pegajosa) a nuestra superficie de trabajo (sin enharinar). Ayudándonos del amasado francés iremos trabajando la masa hasta que empiece a tomar forma. En este punto añadiremos la levadura fresca desmenuzada y la mantequilla. Seguiremos trabajando la masa hasta que nos quede lisa y elástica (unos 10’-15’ a mano).
Pasado este tiempo le daremos forma de bola y la pasaremos a un bol limpio debidamente engrasado. La cubriremos con un plástico y un trapo y la dejaremos descansar en un lugar cálido resguardado de corrientes de aire hasta que doble su volumen (1-2h, dependiendo de la temperatura). En mi caso como ya era muy tarde y no quería acabar horneando de madrugada decidí que en lugar de dejarla reposar a temperatura ambiente prefería meterla en la nevera para así alargar el proceso hasta la mañana siguiente (es decir, hoy) a primera hora. Lo dejo a tu elección.
Una vez pasado este primer reposo cogeremos nuestra masa y la volcaremos, con la ayuda de una rasqueta, sobre nuestra superficie de trabajo, esta vez sí, ligeramente enharinada. Dividiremos nuestra masa en dos partes de igual tamaño. Engrasaremos dos moldes de pan de 500 gr (20-22 cm de longitud) y daremos forma a nuestros panes. Una vez los tengamos preparados los introduciremos en sendos moldes y volveremos a cubrirlos con un plástico y un trapo. Esta vez los dejaremos levar hasta que prácticamente doblen su volumen (1-2h, dependiendo de la temperatura).
Mientras esperando que suba nuestra masa iremos precalentando el horno a 250 °C.
Cuando ya estén listos los introduciremos en el horno y los dejaremos unos 25-30 minutos. Si tenéis molde con tapa genial, pero si no tenéis podéis cubrir los moldes en el horno con una bandeja de hornear por ejemplo; de esta manera no se llegará a formar una verdadera corteza.
Pasado este tiempo ya podéis sacarlos del horno y desmoldarlos. Ahora tan solo quedará esperar a que se enfríen del todo para poder dar el paso siguiente: preparar nuestro croque-monsieur! Por ahora aquí os dejo el resultado de este fantástico pain de mie (o de molde, para los amigos):




¿Ya está frío?
Antes de nada, encendemos, again, nuestro horno a 200°C. Lo siguiente será cortar un par de rebanadas. Colocamos una en el centro de un poco de papel de horno, sobre ella pondremos un par de lonchas de jamón dulce y sobre este una buena capa de bechamel. Por encima un poquito de queso rallado, normalmente gruyère, aunque en mi caso utilicé mozzarella, mucho más suave,  (esta primera capa de queso es opcional, pero muy recomendable) y sobre el queso pondremos la segunda rebanada de pan que coronaremos con un poco más de queso rallado. La presencia ya en este punto es fantástica…



Ahora tan solo nos queda meterlo durante unos 12 minutos al horno, hasta que el queso se haya fundido y esté doradito. Brillante!! Ahora sí, que sí, este es nuestro delicioso brunch dominical de hoy.



Et c’est tout! ¿Os animáis? Espero haberos tentado :-) !
Enviada a YeastSpotting

domingo, 3 de marzo de 2013

¿Os apetece un brioche?

(Scroll down for recipe in English )
Pero ¿habéis visto qué solete más precioso ha venido a visitarnos este fin de semana? Después de dos días de viento y lluvia parece ser que el Tiempo nos ha dado un pequeño respiro para poder disfrutar  más tranquilamente del weekend.
Ha sido una semana de muchas prisas, de llegar siempre por los pelos, de momentos de risas… y de otros de… sustos varios, pero, como siempre, se acabó y logramos superarla con más que menos dignidad (:-p).
Lo importante es que ayer, para recuperar fuerzas, nos fuimos a dar una vuelta con nuestro cochecito. ¿Os acordáis de la salida pospuesta por la nieve de la semana pasada? Pues, ayer fue el momento de recuperar el tiempo perdido. Pasamos a recoger a mi sister&Co y nos fuimos para Palafolls. Disfrutamos de un cafecito en un rincón muy agradable del pueblo y nos dimos un paseo aprovechando el solete. Y luego para casa otra vez porque había una fantástica masa esperándonos para ser horneada :-)!
¿Queréis saber de qué se trataba? Pues de un fantástico brioche que prácticamente se hace solo, ¿os parece un buen plan? Si os gusta el brioche, pero su masa siempre os había dado un poco de miedo, este es vuestro momento, ya que para esta receta no necesitáis “saber” amasar. Lo único que sí necesitaremos es previsión. Os cuento cómo funciona:
Brioche: The no knead version (receta de Weekend Bakery )



Ingredientes
250 gr harina de fuerza (en la receta original utilizan harina panificable normal)
100 gr mantequilla, derretida
70 gr agua a temperatura ambiente
2 huevos (L, en mi caso, pero en la receta original M)
50 gr miel de flores o acacia
5,5 gr sal
9 gr levadura fresca
Elaboración
En un bol grande mezclamos los huevos, la miel, el agua y la mantequilla derretida. Batimos  manualmente los ingredientes con vigor unos 30 segundos. Añadimos la levadura desmenuzada y la harina tamizada y volvemos a batir con ganas durante otros 30 segundos hasta que la masa nos quede lisa y homogénea. Es momento de cubrir el bol y dejar reposar la masa a temperatura ambiente durante unas dos horas.
Pasado este tiempo pasaremos nuestra masa a la superficie de trabajo ligeramente enharinada y de hacer un par de dobleces a la masa (os dejo un link con todo el proceso http://www.weekendbakery.com/posts/video-making-no-knead-brioche/). Cuando la masa ya se los empiece a resistir  es el momento de pasarla a un bol limpio y de cubrirlo con un poco de papel film y un trapo. La dejaremos descansar así, tapada, en la nevera durante 24 horas (o hasta 48h). De ahí la necesidad de tener “previsión”. Pasado este tiempo de reposo cogeremos nuestra masa de la nevera y nos prepararemos para darle forma. Cuando todavía esté bien fría la dividiremos en 4 o 6 porciones y les daremos forma de bola (bien apretadas). Colocaremos las bolitas en nuestro molde debidamente engrasado. Taparemos nuevamente la masa y la dejaremos fermentar unas 2-3 horas (a mí me ha tardado 4 horas en subir ya que la cocina estaba muy fría esta mañana).
Cuando la masa ya esté prácticamente a punto es el momento de ir precalentando el horno a 190°C.
Justo antes de meter nuestra masa en el horno la pintaremos con un poco de huevo batido mezclado con agua. La hornearemos durante 10 minutos a 190°C y luego bajaremos la temperatura a 160°C para seguir horneándola durante unos 15 minutos más. Si vemos que se dora demasiado la podemos cubrir con un poco de papel de aluminio para protegerla.
Cuando nuestro brioche ya esté listo tan solo tendremos que dejarlo reposar unos minutos antes de desmoldarlo y de dejarlo enfriar completamente sobre una rejilla. Os dejará un olor indescriptible en toda la casa y no sabréis con qué acompañarlo… dulce… salado… chocolate… pavo braseado… mermelada… O sencillamente solo (que no es poco!). Aquí os dejo el resultado:





Et c’est tout! ¿Os animáis a intentarlo? Os encantará :-)!
Enviada a YeastSpotting
Recipe in English
Brioche: The no knead version (Weekend Bakery´s recipe )
Ingredients
250 g flour with a high percentage of gluten (all purpose flour in the original recipe)
100 g butter, melted
70 g water at room temperature
2 eggs (L, in my case, but M in the original recipe)
50 g runny honey (flower or acacia)
5.5 g salt
9 g fresh yeast (3 g instant yeast in the original recipe)
Method
In a bowl, combine eggs, honey, water, salt and melted butter and whisk vigorously for about 30 seconds. Add the yeast to the flour and sift it into the mixture. Again, with enthusiasm, whisk for 30 seconds until your dough looks smooth and homogeneous.
Cover the bowl and let the dough rest for two hours at room temperature.
Take the dough out of the bowl and onto a lightly floured work surface and do one or two stretch and folds (full fold ones, left over right, right over left, bottom over top, top over bottom or until it starts to resist.
Return the dough to the bowl, cover it with Clingfilm and take it to the fridge where it will stay for 24 to 48 hours.
Take the dough out of the fridge. Now it is time to shape. Divide the dough into 4 or 6 equal pieces and shape them into balls (shaping quickly while the dough is still very cold from the fridge goes best). Place the balls two by two in a baking tin, well buttered or lined with baking paper.
Cover and leave to proof for 2 to 3 hours (this time I needed 4 hours), depending on the temperature of the dough and of the room.
Preheat your oven at 190ºC and brush the brioche with some egg wash before you put it in the oven.
Bake at 190ºC for about 10 minutes, and then turn down the thermostat to 160ºC and bake for another 15 minutes. If the top browns too quickly or gets too dark, cover it with some aluminum foil to protect it.
After taking it out of the oven, brush it with some melted butter and leave it for a few minutes before turning it out of its tin on a cooling rack. Then leave to cool completely before slicing it.