domingo, 8 de julio de 2012

Strudel de albaricoques… y triangulitos de queso y membrillo!!

Menuda sensación esto de levantarse sin que te duela medio cuerpo J. Bueno, para ser verdad… han sido precisos unos minutos de calentamiento para lograr que mi espalda no se quejara del tute de ayer… pero tras esos minutos y después de llevar un ratín en la cocina estoy como nueva.
Para no variar nuestra ya rutinita estival, ayer nos levantamos sobre las 5h para salir a caminar. La ruta elegida esta vez no era nada del otro mundo a nivel paisaje, sino que la elegimos porque tiene un poco de todo, es decir, sendero, camino forestal y asfalto. Las dos primeras horas son las más movidas a nivel físico, aunque no es para asustarse ni muchísimo menos, y las tres restantes… pues un poco más monótonas para qué engañarnos, pero como lo que nos interesaba era empezar a llevar peso en la espalda decidimos que era la mejor opción para no deslomarnos a la primera de cambio. Y la verdad es que estamos muy contentos; las piernas no sufrieron nada y tan solo nos molesta un poco la espalda, pero ni rastro de agujetas!! Oe, oe (y después de 5 horas cargando más de 6 kilos, creedme, es una muy buena noticia J!).
Pero lo mejor llegó por la tarde. Mi sister había confirmado su asistencia a una merienda marujil, así que había que preparar algo diferente y ¿qué mejor que algo de fruta de temporada mezclada con la ligereza de la pasta filo? Cuando estuve viviendo en Austria me enamoré del Apfelstrudel, uno de sus postres por definición. Es increíblemente fácil de hacer y está la mar de rico (gran combinación!), así que siempre era un buen recurso para cuando venía gente a tomar el café a casa. Pero justo la semana pasada estuve echando un vistazo en la web de Heather Christo y me encontré con esta maravillosa idea: Strudel de albaricoques!!


Es impresionante el olor que desprende cuando lo sacas del horno… una auténtica tentación! Mi sister todavía está en estado de shock y ya hemos decidido que es una de esas recetas que deben ser repetidas.
Y con la pasta filo que me sobraba aproveché para preparar en un momento unos triangulitos de queso de cabra curado y membrillo. Se preparan en unos minutos y directos al congelador. Y cuando te apetezca un bocado delicioso tan solo tienes que encender el horno y meterlos durante unos 5-6 minutos, o hasta que te queden doraditos, ummmmm, riquísimos J. Seguro que te suenan del brunch dominical que preparé para el Día de la Madre. También están increíbles rellenos de espinacas con pasas y piñones… pero no tenía espinacas a mano así que esta vez solo los he preparado con la mezcla del queso y el membrillo (que no es poco!).


Aquí os dejo la receta del strudel (de Heather Christo):
Ingredientes
100 gr de mantequilla fundida
8 albaricoques
1 paquete de pasta filo (necesitarás 12 hojas para el strudel)
¼ taza de azúcar
2 cucharas soperas (tsps) de harina
Una pizca de canela
Azúcar glas para decorar

Elaboración
Precalienta el horno a 200°C. Por otro lado funde la mantequilla y resérvala.
Corta los albaricoques en gajos no muy gordos y ponlos en un bol. Añade el azúcar, la harina y la canela. Remueve hasta que los ingredientes estén bien integrados y resérvalos.
Es hora de atacar a la pasta filo. Abre el paquete, estira las hojas de pasta filo y cúbrelas con un plástico y con un paño de cocina para que no se sequen. Empezamos! Coge una de las hojas y ponla sobre la superficie de trabajo. Píntala con mantequilla fundida. Ahora coge dos hojas más y colócalas en dirección opuesta (sobreponiéndolas). Píntalas con la mantequilla. Continua con este proceso de 1 hoja/ dos hojas hasta que hayas puesto un total de 12 hojas de pasta filo. Una vez ya la tenemos preparada es el momento de poner encima la mezcla de los albaricoques, azúcar, harina y canela. Colócalos en línea. Coge la punta de pasta filo, cubre los albaricoques y empieza a enrollar la masa. Deja la junta de pasta filo en la parte de abajo del “cilindro”. Dobla las puntas hacia abajo para que no se nos escape nada J. Pinta generosamente el strudel con la mantequilla.
Es hora de meter el strudel en el horno durante aproximadamente 30 minutos. Cuando esté doradito ya podemos sacarlo del horno y dejarlo enfriar encima de una rejilla.
Cuando esté tibio ya podemos decorarlo con el azúcar glas por encima y empezar a servirlo. Hay quien prefiere tomarlo así, todavía tibio. Otros, en cambio, lo prefieren del todo frío… es cuestión de gustos. En cualquier caso, este es el resultado:



Y con la pasta filo que nos sobre… triangulitos de queso de cabra curado con membrillo! Seguro que los recordáis de la entrada que hice del Día de la Madre, pero por si acaso, aquí os dejo un recordatorio.
Ingredientes:
Hojas de pasta filo
Queso curado de cabra (o el que más os guste. Mi recomendación: que sea un queso curadito)
Membrillo
Aceite de oliva suave

(Misma cantidad de queso y membrillo)

Elaboración:

Cortamos en daditos pequeños el queso y el membrillo y reservamos.
Sobre nuestra zona de trabajo estiraremos una hoja de pasta filo y la pintaremos con aceite de oliva. Pondremos otra hoja y volveremos a pintar. Encima pondremos la tercera y pintamos por última vez. (Podéis hacerlos con 3 o 4 hojas, dependiendo de cuántas os hayan sobrado o de si os gustan con más pasta filo o menos. Es cuestión de ir probando).
Cortamos las hojas de pasta filo con la punta de un cuchillo en cuatro partes. Es hora de formar los triangulitos! Ponemos un poco de la mezcla de queso y membrillo y empezamos a formarlos.
Ir repitiendo el mismo proceso hasta que nos quedemos sin pasta filo J

Lo mejor es que ahora es el momento de decidir si quieres hornearlos, a 220°C unos 5 minutos, o si prefieres meterlos directamente en un tupper y al congelador para cuando surja la oportunidad (o necesidad J!). Os quedarán unos triangulitos doraditos y super crujientes… un bocado de cielo que se prepara en un santiamén! Este es el resultado:

Et c’est tout! Os animáis a probarlo?
Enviada a YeastSpotting

4 comentarios:

  1. Ooooh, qué fantástico strüdel de albaricoques!!! me encanta el relleno, parece super jugoso. Los triangulitos también están super bien como entrante.
    En verano hay un montón de frutas sensacionales, verdad? da gusto ;-)

    Un besote

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  2. La verdad es que es una auténtica tentación! Y el olor que desprende al sacarlo del horno... buf, turbador!! :-)

    La verdad es que sí, el verano es el momento ideal para hornear postres ligeros con frutas de temporada. Una auténtica delicia!

    Besos

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  3. Podemos repetir??... este me encanta!!

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